Nunca es tarde para estudiar: el testimonio de vida de Beatriz Adriana Choc

La vida de Beatriz Adriana Choc es un ejemplo inspirador de perseverancia y dedicación. Hoy, con determinación y gratitud, comparte su historia desde las aulas del Centro Educativo Estuardo Novella Camacho (CENCA), donde estudia en el grado de PEAC Etapa 2. Su trayecto educativo comenzó en 2023, cuando decidió retomar la primaria, y ahora sueña con graduarse y seguir construyendo un futuro lleno de oportunidades.

Para Beatriz, estudiar en el CENCA es un privilegio. Este programa tiene como objetivo apoyar a jóvenes y adultos mayores de 13 años que, por diversas circunstancias, no pudieron continuar sus estudios. A través de metodologías flexibles y adaptadas, el CENCA abre las puertas a nuevas rutas de aprendizaje, promoviendo el desarrollo de capacidades educativas y personales en comunidades donde las barreras sociales y económicas dificultan el acceso a la educación.

“En el CENCA aprendí la manera adecuada de tratar a las personas a través de los valores. También aprendí a ser disciplinada gracias a las enseñanzas de los tutores. El programa nos ayuda a desarrollar nuestras capacidades y a liderar en cualquier momento,” comparte Beatriz con entusiasmo.

Su historia refleja un cambio profundo. Tras casi dos años en el programa, Beatriz ha descubierto nuevas formas de vida y ha mejorado significativamente sus conocimientos. Su compromiso con la educación no solo ha transformado su vida, sino también la de su familia, brindándole la confianza y las herramientas para tomar decisiones, apoyar a sus hijos y ayudar a quienes la rodean.

Sin embargo, el camino no ha sido sencillo. Beatriz enfrentó barreras familiares y sociales que intentaron detenerla. “Me sentía discriminada por las pocas oportunidades y conocimientos que tenía. Creía que ya no podía superarme académicamente y eso me ponía muy triste. Opinaba poco y pensaba que todas las decisiones las tomaba únicamente mi esposo.”

En 2023, desafió esas creencias. A pesar de la oposición inicial de su familia y el temor al prejuicio de estudiar siendo adulta, Beatriz tomó una valiente decisión: regresar a las aulas. Los sábados se convirtieron en sus días de estudio, y con el apoyo de sus tutores y compañeros, logró superar los obstáculos y perseverar.

Hoy, Beatriz se considera una persona transformada. “He cambiado mucho. Mi aprendizaje ha mejorado y he descubierto oportunidades para cambiar mi vida y la de mi familia. Ahora apoyó con entusiasmo a mis hijos y animo a otras personas a mejorar su situación diaria. Me siento capaz de desempeñar cualquier responsabilidad para el bien común y de los demás.”

La historia de Beatriz Adriana Choc es un testimonio del poder de la educación y la voluntad de superar barreras. Es un recordatorio de que nunca es tarde para estudiar, aprender y crecer. Gracias al CENCA, Beatriz sigue construyendo un camino lleno de oportunidades, demostrando que el esfuerzo, la dedicación y el amor por el aprendizaje pueden transformar vidas.